Gracias profesores

Profesores, gracias por su tiempo, talento y dedicación a sus alumnos, especialmente durante este momento sin precedentes en la historia de Estados Unidos.

Apreciamos todo lo que hacen.

Hoy honramos a Madame Heloise Desabaye Chegaray (1792-1889), maestra de dos generaciones de mujeres Macculloch-Miller.

Tras llegar a Estados Unidos desde Francia en el siglo XIX, Madame Chegaray enseñó primero francés en una escuela de niñas en New Brunswick, Nueva Jersey. En 1814 abrió su propia escuela en Nueva York, cerca de Union Square, donde supervisó la educación de varias generaciones de mujeres jóvenes.

(1804-1888), hija de George y Louisa Macculloch, asistió a clases y vivió en el internado de Nueva York. Como padres, Mary Louisa y su marido, Jacob Miller, tomaron la decisión de enviar a su hija Elizabeth (1828-1852) a la Escuela para Señoritas de Madame Chegaray. Cuando aún era estudiante, Mary Louisa hizo esta pantalla de fuego pintada con teoremas como regalo para sus padres. Este biombo es un objeto insustituible de la colección del Museo Histórico de Macculloch Hall.

En una entrevista concedida a The Sun el 25 de diciembre de 1887, Madame Chegaray compartió su opinión sobre la educación. Creía que lo más esencial para una joven era aprender "a hablar su propio idioma con elegancia y pureza". También compartió: "Si tuviera que renunciar a todos los libros menos a dos, elegiría el Evangelio y las Fábulas de LaFontaine. En uno tienes todo lo necesario para tu vida espiritual. En el otro tienes el epítome de toda la sabiduría mundana".

Recursos:

Este folleto de 1848 explica cuáles eran los costes para los estudiantes y qué clases podían estudiar.

¿Tomas las mismas clases hoy en día? ¿Puedes averiguar cuándo empezó y cuándo terminó el año escolar? ¿Qué ofrecía la escuela a los alumnos que vivían, o se alojaban, en ella durante el año escolar?